27 de septiembre de 2010

27.09.10

Nada era como se había imaginado en un primer momento.
La única verdad era que los dos se seguían amando pero las cosas eran tan difíciles.
No podían estar juntos, sus familias se lo impedían.
Tenían que verse a escondidas y no podía ser tan a menudo como ellos querrían.
Ella suspiraba cada noche mirando a la luna preguntandose que haría él y donde estaría. Cerraba los ojos y se lo imaginaba alli y entonces sonreía y le besaba.
Él tumbado en la cama y con una guitarra, componía canciones que cantarle cuando la viera.
La echaba de menos al segundo de dejarla y no podía esperar a verla de nuevo. La necesitaba.
Ambos luchaban por un amor que parecía imposible pero por aquellos momentos, aunque fueran pequeños, que los dos pasaban juntos merecía la pena todo el sufrimiento.

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