7 de julio de 2010

Buscando el destino (segunda parte)

Pasaban las horas e Ian no le contestaba, eso sólo podía significar una cosa. No quería saber nada de ella. Lo comprendía. Había tardado mucho en darse cuenta de todo lo que significa para ella y ahora lo había perdido.
Una lágrima empezaba a resbalar por su mejilla pero no quería llorar, seguía sintiendo miedo a lo que podría pasar, a que él la dejará para siempre y no quisiera saber nada ella. Pero iba a luchar por lo que sentía en lo más profundo de su corazón, lo quería y lucharía por él con todas sus fuerzas hasta que no le quedará ninguna esperanza.
Cogio su maleta pequeña y metio sus cosas para pasar un par de días fuera. Iba a ir a Barcelona. Iba a decirle todo lo que sentía y después sería el tiempo el que le daría las respuestas. Nada más podía hacer, lo que sabía es que no debía quedarse en su casa y no hacer nada. Así no se arrepentería de no haber hecho nada. Tenía un lema en su cabecita, es mejor arrepentirse de lo que has hecho de lo que pudieras haber hecho y no hiciste por miedo a perder.
Así que se dirigió a la estación de autobuses y cogio el primero que iba camino de Barcelona.

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